Éste es el primer segundo plato. 2 filetes de lubina a la plancha con cebolla caramelizada y verduritas.
Lo mismo, un plato sencillo, sin grandes pretensiones pero genial hecho.
La lubina fresquísima y muy bien hecha, nada seca ni pasada, todo lo contrario, se deshacia. En cuanto a la cebolla caramelizada aluciné porque jamás había visto un plato de pescado con ella, siempre de carne, pero la combnación sorprende gratamente.
Ah, una cosa, hicimos uso del take away, nos lo propuso Sergio, se trata de que si te vas llenando y ves que no vas a poder con todo el plato o todos los platos, ellos te lo preparan y luego te lo puedes llevar a casa. Está genial porque también te soluciona la comida del día siguiente.
Para seguir el buen ritmo de la comida unas carriladas con puré de patata y trufa.
Bueno, ésto estaba de muerte....según nos dijo Sergio las carrilladas se hacen en su propio jugo durante 7 horas y luego a la salsa no le hacen más que colarla. La carne se deshace en la boca y de sabor está muy buena, sabe a carne carne, sólo el sabor de su propio jugo de la salsa.
El acompañamiento es un puré de patata con aroma de trufa, estaba increible de bueno, llevaba bastante mantequilla y aceite de aroma de trufa, sin palabras !!!
También me estuvo dando una pequeña lección express sobre trufas, la blanca, la negra, cuándo comprar y cómo etc.....yo con la boca abierta escuchando, me encanta aprender cosas nuevas y más de éste señor que también es profesor en la escuela de hostelería de Madrid.
Y para terminar un coulant de chocolate. No soy una apasionada del coulant porque me empalaga un poco, pero en otras mesas lo pidieron y les vi como las camareras lo servían con un chorro de chocolate caliente en el momento de ponerlo en la mesa y eso me sedujo bastante ;-DDDD. Venía acompañado de helado balsámico de sabor suave y nada empalagoso y peta zetas que explotaban en la boca o al contacto del chorro de chocolate que echó Sergio para acompañarlo. IMPRESIONANTE !! es que es la primera vez que me como un coulant y me gusta tanto, de hecho no le hice ni foto, cuando nos quisimos dar cuenta ya nos lo habíamos comido y yo sin hacerle foto....
Y para terminar unas copichuelas en la terraza.
Pongo sólo ésto que me llamó la atención, el gin tonic que nos puso Sergio dijo que lo iba a acompañar de algo, se llama citronela y es algo parecido a un ajete tierno o una cebolleta pequeña pero de olor un poco parecido al limón. Se usa mucho en la cocina tailandesa para un montón de platos. Ahí va la foto de la copa, es verdad que le daba un sabor bastante especial.
Pues nada más, que la experiencia fue muy buena y me gustó el hecho que era una cocina sin pretensiones ni experimentos raros de texturas y sabores extraños sino bastante de andar por casa pero todo buenísimo.
Lo mismo, un plato sencillo, sin grandes pretensiones pero genial hecho.
La lubina fresquísima y muy bien hecha, nada seca ni pasada, todo lo contrario, se deshacia. En cuanto a la cebolla caramelizada aluciné porque jamás había visto un plato de pescado con ella, siempre de carne, pero la combnación sorprende gratamente.
Ah, una cosa, hicimos uso del take away, nos lo propuso Sergio, se trata de que si te vas llenando y ves que no vas a poder con todo el plato o todos los platos, ellos te lo preparan y luego te lo puedes llevar a casa. Está genial porque también te soluciona la comida del día siguiente.
Para seguir el buen ritmo de la comida unas carriladas con puré de patata y trufa.
Bueno, ésto estaba de muerte....según nos dijo Sergio las carrilladas se hacen en su propio jugo durante 7 horas y luego a la salsa no le hacen más que colarla. La carne se deshace en la boca y de sabor está muy buena, sabe a carne carne, sólo el sabor de su propio jugo de la salsa.
El acompañamiento es un puré de patata con aroma de trufa, estaba increible de bueno, llevaba bastante mantequilla y aceite de aroma de trufa, sin palabras !!!
También me estuvo dando una pequeña lección express sobre trufas, la blanca, la negra, cuándo comprar y cómo etc.....yo con la boca abierta escuchando, me encanta aprender cosas nuevas y más de éste señor que también es profesor en la escuela de hostelería de Madrid.
Y para terminar un coulant de chocolate. No soy una apasionada del coulant porque me empalaga un poco, pero en otras mesas lo pidieron y les vi como las camareras lo servían con un chorro de chocolate caliente en el momento de ponerlo en la mesa y eso me sedujo bastante ;-DDDD. Venía acompañado de helado balsámico de sabor suave y nada empalagoso y peta zetas que explotaban en la boca o al contacto del chorro de chocolate que echó Sergio para acompañarlo. IMPRESIONANTE !! es que es la primera vez que me como un coulant y me gusta tanto, de hecho no le hice ni foto, cuando nos quisimos dar cuenta ya nos lo habíamos comido y yo sin hacerle foto....
Y para terminar unas copichuelas en la terraza.
Pongo sólo ésto que me llamó la atención, el gin tonic que nos puso Sergio dijo que lo iba a acompañar de algo, se llama citronela y es algo parecido a un ajete tierno o una cebolleta pequeña pero de olor un poco parecido al limón. Se usa mucho en la cocina tailandesa para un montón de platos. Ahí va la foto de la copa, es verdad que le daba un sabor bastante especial.
Pues nada más, que la experiencia fue muy buena y me gustó el hecho que era una cocina sin pretensiones ni experimentos raros de texturas y sabores extraños sino bastante de andar por casa pero todo buenísimo.
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