Siempre dicen que el desayuno es la comida más importante del día.
Uno de mis desayunos favoritos, a la hora de cuidarme, es un gran tazón de leche desnatada con miel, copos de avena y All Bran. Sí, lo sé, hay cosas más ricas que esto, tengo amigas que me dicen que no se tomarían eso ni aunque las pagasen.
El caso es que algunos días no me da tiempo a sentarme a tomar el desayuno porque tengo que salir corriendo de casa.
La alternativa normalmente son las barritas de cereales comerciales, que ni son tan naturales ni sanas ni libres de azúcares como parecen, así que me he decidido a hacer unas galletas lo más sanas posible y que me pueda llevar en el bolso cuando salgo de casa con prisa y como alternativa a mi desayuno rico en fibra, saciante y que ayuda a controlar el colesterol o el azúcar ( esto siempre y cuando el resto de nuestra dieta sea sana y equilibrada también, que no son las galletas milagrosas tampoco).
INGREDIENTES: ( para unas 12-14 galletas)
1 huevo.
1/2 taza de aceite de oliva 0,4º.
1 1/2 tazas de copos de avena.
1 taza de harina de avena ( si no dispones de ella puedes hacerla triturando con un robot o la batidora 2 tazas de copos de avena aprox.)
1 taza de All Bran.
4 cucharadas soperas de miel.
1 cucharadita de canela en polvo.
8 onzas de chocolate negro.
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 170º con calor arriba y abajo.
Mezclar todos los ingredientes con cuidado en un recipiente.
Hacer bolitas de masa con las manos y ponerlas en una bandeja de horno sobre papel de horno. Si la masa se te pega un poco en las manos no tienes más que lavarlas entre bola y bola. Aplasta un poco las bolitas para darles forma y mete a hornear durante 15-20 minutos.
Déjalas enfriar y derrite el chocolate en el microondas, con cuidado que no se queme y mete la parte de las galletas en él para que se impregnen. Déjalas enfriar dadas la vuelta ( con el chocolate hacia arriba).
Una vez frías ya las puedes envolver y las tendrás listas para llevar.
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